Recuperar nuestras narrativas - Encuentro con Lectoras - Casa de la Mujer, Alcobendas. Maribel Orgaz

 

Recuperar nuestras narrativas 

Encuentro con Lectoras 
 Casa de la Mujer Clara Campoamor de Alcobendas (Madrid) - Teléfono: 916 54 37 87
Nos reunimos el 3er. miércoles de cada mes
Hacemos una salida al mes.


19 marzo. La vegetariana de Han Kan. Un poema de Diana Der Hovanessian.

En nuestra reunión de marzo leemos, extraído como un relato, la primera parte de La vegetariana de la Premio Nobel de Literatura 2024 Han Kang. En realidad es una novela que se compone de tres narraciones de tres personajes diferentes sobre un mismo hecho: las consecuencias que desata la decisión de no comer carne de una joven esposa y cómo su entorno familiar quiere obligarla a que vuelva a comerla.

Sobre nuestra narración, a todas nos ha causado una gran impresión, aunque el tema parecía en principio, anodino, la autora despliega una profunda crítica de una sociedad que vive en la modernidad pero cuyas estructuras parecen no haber evolucionado en el tiempo, así que cuando alguno de sus miembros intentan salir de la norma, como nuestra protagonista, todo su grupo familiar se moviliza para que rectifique aunque esto signifique ejercer violencia sobre ella y la lleve a un intento de suicidio. 

Ni siquiera cuando se está recuperando en el hospital dejan de intentar que vuelva a comer carne. Esta persecución por una decisión atípica, según la familia, nos llama la atención porque el cuñado de esta mujer es un artista que parece vivir sin aportar a la economía familiar, es decir vive de su mujer, que es la que saca adelante un negocio, cuida los niños y también a él. En la familia, nadie le hace a él reproches.

También charlamos acerca de la situación de las mujeres en Corea y nos planteamos si es así en general, en la cultura asiática. La sumisión a los dictados de la familia y del marido que no interviene cuando el padre golpea a su esposa en una comida familiar porque se empeña en continuar con su decisión de no comer carne.

Durante la reunión nos planteamos si es justificable que los malos tratos del padre se atribuyan a que está endurecido por haber participado en la guerra del Vietnam y si esto sumado a un incidente traumático con un perro en su infancia, podía haber dado lugar a nuestra protagonista a desarrollar algún problema mental y que ahora, al querer ser vegetariana, emerge por la presión que todo su entorno ejerce sobre ella. Comentamos que la voz de ella no se escucha en ningún momento excepto cuando narra sus pesadillas.

Durante nuestro encuentro, leemos algunos artículos publicados acerca de la cultura coreana que en música y cine ha logrado tantos éxitos y el momento en el que este país asiático toma la decisión de convertir su cultura en una industria que sea tan rentable como otras áreas económicas.




Para finalizar leemos un poema de una autora de origen armenio, Diana Der Hovanessian.

Cuando tu padre muere, dicen los irlandeses,
pierdes el paraguas que te protege del mal tiempo,
que su sol sea tu luz, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los galeses
te entierras un pie más adentro en la tierra
que heredes su luz, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los canadienses
se te acaban las excusas.
Que heredes su sol, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los hindúes,
él regresa como los truenos.
Que heredes su luz, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los rusos,
se lleva tu infancia con él.
Que heredes su luz, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los británicos
te asocias a su club al que juraste no entrar.
Que heredes su sol, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los armenios
tu sol se mueve para siempre.
Y tú caminas en su luz.



19 de febrero - Un objeto transportable y La Esposa de Patricia Highsmith. Un poema de Minnie Bruce Pratt.

En nuestro primer encuentro de lectura, leemos dos cuentos de Patricia Highsmith, Un objeto transportable y La esposa. Los dos nos han parecido igual de interesantes y charlamos acerca de la confusión en la que esta autora sumerge al lector para que se ponga de parte de quien, en la vida real, tendríamos dudas de su conducta o rechazaríamos. 

El cuento más breve de los dos, La prostituta autorizada o la esposa desde el primer párrafo nos hemos preguntado si la protagonista era una prostituta o hay que tener en cuenta la ironía de Highsmith que publicó estos cuentos en los años 70, un tiempo en el que es probable que fueran leídos desde otra manera. Quizá la autora sugiere que está narrando la vida de una mujer promiscua que busca en el matrimonio la apariencia social de esposa respetable y que se comporta hacia fuera como tal, cuida del hijo, cocina y mantiene su casa impecable y después puede hacer lo que quiera con otros hombres. El final, en el que la vida premia a quien es culpable de un crimen, nos ha provocado sentimientos encontrados. Nos preguntamos sobre esta casi obligación de mantener las apariencias en la conducta de algunas mujeres se sigue dando incluso en el siglo XXI debido a la diferente mirada de la sociedad a hombres y a mujeres que tienen muchas parejas. 

El segundo cuento, en el que la protagonista es una joven que no quiere trabajar y busca hombres que la mantengan en un nivel de vida que incluso que aunque trabajara no podría permitirse: viajes, hoteles, buenos restaurantes.  Un objeto de cama transportable, que así se llama nuestro segundo cuento, narra la vida de algunas personas que desaparecerán sin que nadie las eche de menos. En lo que coincidimos en nuestra reunión es que,  en ambas narraciones, nos impresiona la frialdad con la que Highsmith trata el crimen, la crueldad con la que despacha a esta mujer de apenas veinte años, lo que incrementa nuestro horror como lectoras. 

Para finalizar leemos un poema de Minnie Bruce Pratt 



Codos


Cúbrete los brazos.
No dejes que tus codos
se vean.
Eso es lo que mis vecinos
allá en Alabama dicen
a sus hijas
para que ningún codo
relleno o delgado
moreno o rosado
incite a otros
a la pasión.

Pero si pensara
que mis flacos, bicolores
codos fueran a atraerte
si pensara
que mis enjutos, huesudos
codos pudieran retenerte
agitaría los brazos
como un pollo
como un pavo real
como una gallina de guinea
cuando volviera a verte
tesoro
me subiría
las mangas y
pecaría
pecaría
pecaría.

Minnie Bruce Pratt


 Alabama, 1946. Profesora y Poeta.