Recuperar nuestras narrativas
Encuentro con Lectoras Casa de la Mujer Clara Campoamor de Alcobendas (Madrid) - Teléfono: 916 54 37 87
Nos reunimos el 3er. miércoles de cada mes
Hacemos una salida al mes.
9 de abril. El baile de Irene Nemirovsky. Un poema de Gioconda Belli.
En nuestra reunión de abril, leemos una novela corta que nos ha impactado, El baile de Irene Nemirovsky. Algunas de nosotras ya habíamos leído otras obras de esta escritora como Suite francesa, quizá las más popular de todas las novelas que escribió.
Empezamos el encuentro hablando de la vida de la escritora, nacida en una familia acaudalada que le dio una educación exquisita: políglota, acceso a una buena biblioteca familiar, licenciada posteriormente en la Sorbona y gracias a lo cual pudo ser una escritora de éxito en lengua francesa cuando su familia se trasladó a vivir a París definitivamente desde su Rusia natal. Irene se casó en Francia y tuvo dos hijas pero su final fue trágico, ya que falleció en un campo de concentración por ser judía. Se atribuye a esta novela muchos rasgos autobiográficos como es la desatención de una frívola madre hacia su única hija a la que desprecia y un padre que se mantiene al margen dedicado a sus negocios.
Coincidimos en que ningún personaje, y quizá ni siquiera la protagonista, se alza por encima del ambiente de arribistas, nuevos ricos, frivolidad e hipocresía que impera en todas las situaciones que describe la autora.
Los padres no tienen límite en su ambición y sería extraño que una joven criada en este ambiente pudiera ser distinta. Como cualquier adolescente ella sueña con encontrar a un chico y con más motivos porque a su alrededor nadie la quiere. La descripción de la educación que recibe por parte de su madre parece más bien que tiene un objetivo: humillarla y al ser tratada de esta manera, se siente muy desgraciada.
Sobre la madre de nuestra protagonista leemos algunos párrafos en los que da de lado sin miramientos a su propia hija sólo para impresionar a otros ricos y también para que no la eclipse a ella con su juventud.
Algunas de nosotras opinamos que es una cuestión de edad, ya que la chica ha de esperar a tener 15 años para un baile de sociedad. Así que su madre la envía a cenar sobre una tabla de planchar con su institutriz y dispone que se vaya a dormir a una especie de trastero. Como lectoras sabemos que mientras la chica es tratada de esta manera, todos los invitados disfrutarán de una estupenda cena con músicos en un gran salón adornado con flores.
El fracaso de este baile, y nos da pie a opinar si la adolescente sabe el alcance de lo que ha hecho, nos parece que está muy bien narrado y la pelea final entre la madre, que antes fue pobre y que según parece, recurrió a hacer cualquier cosa para sobrevivir, significa que todos se quitan de una vez las mascaras. El padre y la madre se insultan y faltan al respeto y su origen social se muestra crudamente al lector. Toda la comedia que venían representado se ha venido abajo.
Para finalizar leemos un poema de Gioconda Belli.
Culpas obsoletas. Gioconda Belli
Un momento de soledad
de paz
y la tarde es mía.
Me puedo sentar a leer
sin sentirme culpable.
Sin pensar que debía salir
a comprar el líquido para desmanchar las alfombras
o bajar a jugar con la niña.
¿Cómo será, me pregunto,
no sentir incesantemente
que uno debería ocupar varios espacios al mismo tiempo?
No pensar, mientras se tumba uno con un libro,
que se debería estar haciendo otra cosa.
Asumir, como hacen los hombres,
la importancia del tiempo
que dedicamos al propio enriquecimiento.
Las mujeres
tenazmente sentimos
que le estamos robando tiempo a alguien.
Que quizás en ese preciso instante
se nos requiere
y no se cuenta con nosotros.
Precisamos
todo un entrenamiento
para no borrarnos, minimizarnos,
constantemente.
¡Ah! ¡Mujeres, compañeras mías!
¿Cuándo nos convenceremos
de que fue sabio el gesto
de extenderle a Adán
la manzana?
19 marzo. La vegetariana de Han Kan. Un poema de Diana Der Hovanessian.
En nuestra reunión de marzo leemos, extraído como un relato, la primera parte de La vegetariana de la Premio Nobel de Literatura 2024 Han Kang. En realidad es una novela que se compone de tres narraciones de tres personajes diferentes sobre un mismo hecho: las consecuencias que desata la decisión de no comer carne de una joven esposa y cómo su entorno familiar quiere obligarla a que vuelva a comerla.
Sobre nuestra narración, a todas nos ha causado una gran impresión, aunque el tema parecía en principio, anodino, la autora despliega una profunda crítica de una sociedad que vive en la modernidad pero cuyas estructuras parecen no haber evolucionado en el tiempo, así que cuando alguno de sus miembros intentan salir de la norma, como nuestra protagonista, todo su grupo familiar se moviliza para que rectifique aunque esto signifique ejercer violencia sobre ella y la lleve a un intento de suicidio.
Ni siquiera cuando se está recuperando en el hospital dejan de intentar que vuelva a comer carne. Esta persecución por una decisión atípica, según la familia, nos llama la atención porque el cuñado de esta mujer es un artista que parece vivir sin aportar a la economía familiar, es decir vive de su mujer, que es la que saca adelante un negocio, cuida los niños y también a él. En la familia, nadie le hace a él reproches.
También charlamos acerca de la situación de las mujeres en Corea y nos planteamos si es así en general, en la cultura asiática. La sumisión a los dictados de la familia y del marido que no interviene cuando el padre golpea a su esposa en una comida familiar porque se empeña en continuar con su decisión de no comer carne.
Durante la reunión nos planteamos si es justificable que los malos tratos del padre se atribuyan a que está endurecido por haber participado en la guerra del Vietnam y si esto sumado a un incidente traumático con un perro en su infancia, podía haber dado lugar a nuestra protagonista a desarrollar algún problema mental y que ahora, al querer ser vegetariana, emerge por la presión que todo su entorno ejerce sobre ella. Comentamos que la voz de ella no se escucha en ningún momento excepto cuando narra sus pesadillas.
Durante nuestro encuentro, leemos algunos artículos publicados acerca de la cultura coreana que en música y cine ha logrado tantos éxitos y el momento en el que este país asiático toma la decisión de convertir su cultura en una industria que sea tan rentable como otras áreas económicas.
Cuando tu padre muere, dicen los irlandeses,
pierdes el paraguas que te protege del mal tiempo,
que su sol sea tu luz, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los galeses
te entierras un pie más adentro en la tierra
que heredes su luz, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los canadienses
se te acaban las excusas.
Que heredes su sol, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los hindúes,
él regresa como los truenos.
Que heredes su luz, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los rusos,
se lleva tu infancia con él.
Que heredes su luz, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los británicos
te asocias a su club al que juraste no entrar.
Que heredes su sol, dicen los armenios.
Cuando tu padre muere, dicen los armenios
tu sol se mueve para siempre.
Y tú caminas en su luz.
19 de febrero - Un objeto transportable y La Esposa de Patricia Highsmith. Un poema de Minnie Bruce Pratt.
En nuestro primer encuentro de lectura, leemos dos cuentos de Patricia Highsmith, Un objeto transportable y La esposa. Los dos nos han parecido igual de interesantes y charlamos acerca de la confusión en la que esta autora sumerge al lector para que se ponga de parte de quien, en la vida real, tendríamos dudas de su conducta o rechazaríamos.
El cuento más breve de los dos, La prostituta autorizada o la esposa desde el primer párrafo nos hemos preguntado si la protagonista era una prostituta o hay que tener en cuenta la ironía de Highsmith que publicó estos cuentos en los años 70, un tiempo en el que es probable que fueran leídos desde otra manera. Quizá la autora sugiere que está narrando la vida de una mujer promiscua que busca en el matrimonio la apariencia social de esposa respetable y que se comporta hacia fuera como tal, cuida del hijo, cocina y mantiene su casa impecable y después puede hacer lo que quiera con otros hombres. El final, en el que la vida premia a quien es culpable de un crimen, nos ha provocado sentimientos encontrados. Nos preguntamos sobre esta casi obligación de mantener las apariencias en la conducta de algunas mujeres se sigue dando incluso en el siglo XXI debido a la diferente mirada de la sociedad a hombres y a mujeres que tienen muchas parejas.
El segundo cuento, en el que la protagonista es una joven que no quiere trabajar y busca hombres que la mantengan en un nivel de vida que incluso que aunque trabajara no podría permitirse: viajes, hoteles, buenos restaurantes. Un objeto de cama transportable, que así se llama nuestro segundo cuento, narra la vida de algunas personas que desaparecerán sin que nadie las eche de menos. En lo que coincidimos en nuestra reunión es que, en ambas narraciones, nos impresiona la frialdad con la que Highsmith trata el crimen, la crueldad con la que despacha a esta mujer de apenas veinte años, lo que incrementa nuestro horror como lectoras.
Para finalizar leemos un poema de Minnie Bruce Pratt
Codos
Cúbrete los brazos.
No dejes que tus codos
se vean.
Eso es lo que mis vecinos
allá en Alabama dicen
a sus hijas
para que ningún codo
relleno o delgado
moreno o rosado
incite a otros
a la pasión.
Pero si pensara
que mis flacos, bicolores
codos fueran a atraerte
si pensara
que mis enjutos, huesudos
codos pudieran retenerte
agitaría los brazos
como un pollo
como un pavo real
como una gallina de guinea
cuando volviera a verte
tesoro
me subiría
las mangas y
pecaría
pecaría
pecaría.
Minnie Bruce Pratt
Alabama, 1946. Profesora y Poeta.